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Ubicada al Sector Oriente de la Región Metropolitana, en la precordillera, La Reina se desarrolla en terrenos con pendientes crecientes hacia la zona alta, iniciando su poblamiento de poniente a oriente hacia la cordillera, por las vías de acceso a las parcelas que existían.
Este origen semirural ha permanecido hasta la actualidad, caracterizándonos por un carácter urbano con identidad propia que vecinos y vecinas no desean transformar.
Te invitamos a conocer la historia de nuestra comuna, los personajes que marcaron nuestros orígenes y algunas curiosidades que hacen de La Reina un lugar único para vivir. Porque pese a todos los avances, continuamos siendo un espacio con Alma de Barrio, cuidando siempre la calidad de vida y el beneficio de cada uno de los que vivimos en este hermoso espacio, a los pies de la Cordillera de Los Andes.
Sr. José Manuel Palacios Parra (2016 – 2021)
Sr. Raúl Donckaster Fernández (2012 – 2016)
Sr. Luis Montt Dubournais (2008 – 2012)
Sr. Luis Montt Dubournais (2004 – 2008)
Sr. Fernando Castillo Velasco (2000 – 2004)
Sr. Fernando Castillo Velasco (1996 – 2000)
Sra. Maria Olivia Gazmuri Schleyer (1994 – 1996)
Sra. Sandra Papic Domínguez (1993 – 1994)
Sr. Fernando Castillo Velasco (1992 – 1993)
Sr. José Manuel Palacios Parra (2016 – 2021)
Sr. Raúl Donckaster Fernández (2012 – 2016)
Sr. Luis Montt Dubournais (2008 – 2012)
Sr. Luis Montt Dubournais (2004 – 2008)
Sr. Fernando Castillo Velasco (2000 – 2004)
Sr. Fernando Castillo Velasco (1996 – 2000)
Sra. Maria Olivia Gazmuri Schleyer (1994 – 1996)
Sra. Sandra Papic Domínguez (1993 – 1994)
Sr. Fernando Castillo Velasco (1992 – 1993)
Cuando Pedro de Valdivia acampó en el Valle del Mapocho, envió a algunos de sus soldados a los cuatro puntos cardinales para reconocer el territorio.
La zona que recorrieron abarcó desde un sector al norte del río Mapocho hasta los Llanos del Maipo y, por el oriente, llegaron hasta los faldeos cordilleranos. A este último sector se le denominaba Ñuñohue (lugar del Ñuño, una planta chilena nativa abundante en la zona). Con el paso de los años adquirió el nombre de «el pago de Ñuñoa», convirtiéndose en la actual comuna de Ñuñoa.
En este lugar existían varios poblados indígenas, entre los que destacan Vitacura (ubicado en el Cerro San Luis); Apoquindo (ex Recoleta Domínica); Ñuñohue (cerca de la actual Plaza Ñuñoa) y Macul, ubicado un poco más al sur de este último.
Posterior a la fundación de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, al poniente del Cerro Huelén (actual Santa Lucía), Valdivia dividió las tierras en «chácaras» (chacras).
En el sector de la chacra Tobalahue (gran parte del territorio que hoy constituye La Reina) tuvieron propiedades en el siglo XVI, destacados hombres de la época, como Jerónimo de Alderete, Juan Fernández de Alderete, Juan Gómez y Alfonso López de Larraigada, quienes dedicaron sus tierras a diversos cultivos, destacando viñedos y árboles frutales en general.
Cuando Pedro de Valdivia acampó en el Valle del Mapocho, envió a algunos de sus soldados a los cuatro puntos cardinales para reconocer el territorio.
La zona que recorrieron abarcó desde un sector al norte del río Mapocho hasta los Llanos del Maipo y, por el oriente, llegaron hasta los faldeos cordilleranos. A este último sector se le denominaba Ñuñohue (lugar del Ñuño, una planta chilena nativa abundante en la zona). Con el paso de los años adquirió el nombre de «el pago de Ñuñoa», convirtiéndose en la actual comuna de Ñuñoa.
En este lugar existían varios poblados indígenas, entre los que destacan Vitacura (ubicado en el Cerro San Luis); Apoquindo (ex Recoleta Domínica); Ñuñohue (cerca de la actual Plaza Ñuñoa) y Macul, ubicado un poco más al sur de este último.
Posterior a la fundación de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, al poniente del Cerro Huelén (actual Santa Lucía), Valdivia dividió las tierras en «chácaras» (chacras).
En el sector de Tobalahue (gran parte del territorio que hoy constituye La Reina) tuvieron propiedades en el siglo XVI, destacados hombres de la época, como Jerónimo de Alderete, Juan Fernández de Alderete, Juan Gómez y Alfonso López de Larraigada, quienes dedicaron sus tierras a diversos cultivos, destacando viñedos y árboles frutales en general.
Uno de los soldados que llegó con Pedro de Valdivia, Bartolomé Blumen –cuyo apellido traducido del alemán es Flores-, compró parte de la chacra Tobalaba a los Alderete.
Su hija Agueda Flores heredó todos estos territorios (gran parte de los terrenos de nuestra comuna), incrementándolos gracias a su matrimonio con don Pedro Lisperguer, quien las había adquirido a los sucesores de Jerónimo de Alderete.
Agueda Flores de Lisperguer era la propietaria principal del sector en 1603. Al fallecer dejó su herencia a su nieto Nicolás Lisperguer, quien a su vez la cedió a su prima Catalina de los Ríos, más conocida como » La Quintrala».
La historia respecto a la misteriosa vida de “La Quintrala”, supone casos en que practicaba hechicería y que en sus tierras existían misteriosos túneles que se conectaban hacia una de las comunas aledañas: Las Condes.
Estas tierras abarcaban La Reina y parte de Ñuñoa. Las casas patronales estaban en la zona denominada “Siete Canchas”, en Ñuñoa.
Cabe mencionar que en la actualidad, el Conjunto Habitacional Parque La Quintrala (ubicado en Mateo de Toro y Zambrano con Aguas Claras) lleva su nombre en referencia a este mítico personaje. Esta zona también alberga a la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y la Dirección de Seguridad, entre otras dependencias.
En 1723, Santiago de Larraín y Vicuña, connotado político que había llegado a ser Gobernador y Presidente de la Capitanía General de Quito, recibió de su hija, la religiosa María Josefa, el fundo que pasaría a denominarse «La Reina» y correspondía a parte de los territorios de la antigua chacra Tobalaba.
La propiedad de estos terrenos, estuvo en manos de la Familia Larraín por largos años, a través de los siglos XVIII y XIX. Así, del “Fundo Larraín” se deriva el nombre actual de la comuna.
¿A qué se debe esto? En esa época el apellido «Larraín» a veces era pronunciado como «Lerrein«. Es así como el «Fundo Larraín» comenzaría a ser conocido como Lerreín, lo que luego evolucionaría a La Reina. De esto se deriva el actual nombre de la comuna, así como también Avenida Larraín, el acceso principal a La Reina.
Hasta 1891, este territorio estaba bajo la jurisdicción de la Ilustre Municipalidad de Santiago, pero en diciembre del mismo año, siendo Presidente de la República don Jorge Montt, pasó a formar parte de la comuna de Ñuñoa.
En 1963, por medio de la Ley N° 15.169, se crea formalmente la comuna de La Reina, que empieza su vida legal el 1 de julio del mismo año. Su primer alcalde fue el médico Óscar Castro Vergara.
La Municipalidad de La Reina está actualmente liderada por José Manuel Palacios Parra, en el periodo 2021 – 2024.
El territorio de la comuna (23,4 kilómetros cuadrados) se encuentra ubicado sobre terrenos con pendientes crecientes hacia la zona alta, desde 608 mts. sobre el nivel del mar en su extremo más bajo, y 2000 mts. aproximados en su entorno más alto.
La superficie es cruzada por los Canales San Carlos, De Ramón, Las Perdices y El Bollo, constituyendo elementos de riego, recepción y transporte de aguas lluvias.
La condición atmosférica en La Reina es templado mediterráneo, con estación lluviosa en invierno y verano seco y prolongado. Las precipitaciones varían entre los 200 y 479 mm. de aguas anuales y la temperatura media promedio alcanza 14,4° C.
Por su ubicación dentro de la ciudad de Santiago y a la cercanía de la Cordillera de Los Andes, La Reina es beneficiada en polución atmosférica.
La condición atmosférica en La Reina es templado mediterráneo, con estación lluviosa en invierno y verano seco y prolongado. Las precipitaciones varían entre los 200 y 479 mm. de aguas anuales y la temperatura media promedio alcanza 14,4° C.
Por su ubicación dentro de la ciudad de Santiago y a la cercanía de la Cordillera de Los Andes, La Reina es beneficiada en polución atmosférica.
El 21 de marzo de 1988, el Municipio adopta su Escudo de Armas, mediante el Decreto Alcaldicio N° 193:
1. Establécese como Escudo de Armas de la Municipalidad y comuna de La Reina el siguiente:
Descripción Heráldica: En campo de plata, dos águilas exployadas de sable. Bordadura de azur y ocho veneras de oro.
Timbre: Corona mural de cuatro torres.
Para la composición de este Escudo Municipal se contemplaron las leyes de la Heráldica, componiéndolo sobre la base de antecedentes históricos y territoriales.
La forma del Escudo es la española, ya usada en los otorgados a ciudades del Reino de Chile y posteriormente adoptados en la Época Republicana.
El campo de plata y las dos águilas negras corresponden al Escudo de la Familia Larraín, propietaria de la Hacienda Tobalaba, que incluía dentro de ella lo que es ahora la comuna de La Reina, derivándose este nombre en forma corrompida del de la familia citada.
La bordadura del Escudo es la misma de las Armas de la Ciudad de Santiago, de cuya jurisdicción nace la comuna de La Reina. El Escudo de la capital fue otorgado por el Emperador Carlos V por Real Cédula de 5 de abril de 1552. Se conserva en la bordadura el esmalte azul y veneras representativas del Apóstol Santiago, patrono de la ciudad.
El timbre corresponde al Escudo de la Corona Mural de Oro, privativa de las ciudades, emblema internacionalmente aceptado que recuerda recintos defensivos de antiguas poblaciones de importancia.
El Escudo de Armas individualizado será el distintivo de la Municipalidad y comuna de La Reina, y será usado como tal en todos los actos y documentación oficial de la Municipalidad